martes, 12 de julio de 2011

No sufras más, compañero, ¡basta ya de humillación!, en nuestras manos tenemos la llama de la revolución.


El patrón trabajando de peón, el obrero vive la autogestión, el       león se comió a su domador, el reo al juez por fin juzgó, el militar como arma tiene un yo-yó,  el okupa al pardo se trasladó, de la      tierra la iglesia desapareció, la bella durmiente por fin despertó.